viernes, 25 de noviembre de 2016

El rápido avance de la ciencia y la tecnología es el principal combustible del nacimiento y desarrollo de la Sociedad del Conocimiento (Castell, 1998). Por lo tanto, la vorágine del consumo tecnológico, acompañada del desarrollo de cada vez más sofisticados medios para acceder a la comunicación e información, lleva a denominar a la actual esfera social como Sociedad de la Información (Castell, 1998; Gore, 1996), cuya tendencia es el manejo de la información y la generación del conocimiento como principal capital humano económico de carácter intangible.
El amplio abanico de tecnologías que están al alcance de la mano de una gran parte de la población mundial, ha marcado las relaciones sociales, culturales, educativas, económicas y políticas en el ámbito global y local. El fenómeno de la globalización arropa las esferas de actuación del devenir humano, al punto que los sucesos ocurridos en el lugar más apartado del planeta son conocidos por toda la humanidad en cuestión de segundos, y que a juicio de  McLuhan (1976),  las interrelaciones cada día más cercanas y rápidas entre las diferentes naciones, ha llevado a concebir que la raza humana comparte una aldea global.
Por lo tanto, una sociedad como la actual, con la revolución tecnológica y el fenómeno de la globalización envuelve los círculos de acción del quehacer de los individuos, al punto que los sucesos ocurridos en el lugar más apartado del planeta son conocidos por toda la humanidad en cuestión de segundos. En este sentido, Morín (citado en Maldonado, 2010), expresa que:
Las características de la actual sociedad apuntan en varias direcciones derivadas de la misma dinámica evolutiva humana de naturaleza ontogenética: (a) vertiginoso avance tecnológico-científico, (b) desarrollo de nuevas formas de comunicación e información, (c) estrecha relación entre ciencia-tecnología y sociedad, (d) acelerados cambios en todas las esferas de la actuación humana, (e) valoración e integración del conocimiento, (f) formación educativa permanente, y (g) nuevos modos de conocer (p. 5).




A nivel internacional, estas exigencias relacionadas con la información y el conocimiento llevan a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura  (UNESCO) y a la Conferencia Internacional de Educación (CIE) a proponer los cambios educativos que permitan formar al nuevo ciudadano, no sólo apto para desenvolverse en una sociedad cada vez más tecnificada y por tanto, compleja, sino también al consumidor de los productos que de ella se derivan (Toffler, 1999). 
A finales del siglo pasado, la Cumbre Iberoamericana de Educación manifiesta su preocupación ante el impacto de la Sociedad de la Información y declara el nuevo papel de la educación y del conocimiento como fuente de poder democrático y factor clave para el desarrollo. Reconoce además, que la Sociedad del Conocimiento es el modelo de desarrollo para el siglo XXI.




Así mismo, en el Foro Mundial de Educación celebrado en Dakar, Senegal, en abril de 2000, siendo el primer y más importante de los eventos mundiales celebrados en el comienzo del presente siglo, se adoptó el Lema Educación Para Todos (EPT), que integró los seis (6) marcos regionales de acción del mundo, entre ellos, facilitar a todos los ciudadanos del mundo un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente, manifestando un "compromiso colectivo para actuar" y cumplir los objetivos y finalidades de EPT para 2015.
Esta tendencia  propicia una reforma en la educación, hecho social y poderoso factor para impulsar en los individuos habilidades, destrezas y competencias que le permitan participar activamente en esos procesos de cambio, en el marco de la educación permanente y en los nuevos modos de conocer. En relación a esto último, la Educación a Distancia (EaD), cobra un valor esencial en los procesos de aprendizaje, debido a que es una modalidad educativa, que le da validez a los principios de educación para todos, aprender a aprender, al proceso de enseñanza y aprendizaje personalizado, la educación para toda la vida, es decir, la educación permanente o continua; asimismo, es clave para aquellos ciudadanos que por diversas razones no pueden acceder al conocimiento mediante la escolaridad tradicional presencial.
De acuerdo con  Quevedo (2011), la Educación a Distancia es, Estrategia educativa basada en el uso intensivo de las nuevas tecnologías, estructuras operativas flexibles y métodos pedagógicos altamente eficientes en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que permiten que las condiciones de tiempo espacio, ocupación o edad de los estudiantes no sean factores limitantes o condicionantes para el aprendizaje.
Es decir, el término Educación a Distancia hace referencia a una estrategia educativa mediante la cual el estudiante no necesita asistir físicamente a ningún aula, tiene horarios flexibles, que permiten que las condiciones  de tiempo, espacio, ocupación o edad no sean factores limitantes o condicionantes para el aprendizaje; además, él se convierte en el principal actor en el proceso de construcción de sus conocimientos, generalmente, utilizando las tecnologías de la información y la comunicación, conocidas como las TICs, formando comunidades o redes de estudio donde los individuos pueden interactuar para discutir diversos temas y a la vez adquirir conocimiento y modernas herramientas de trabajo. El aprendizaje alcanzado con esta modalidad de estudios se le conoce con el nombre de aprendizaje electrónico.
Cabe considerar, por otra parte, el papel que desempeñan los educadores y los estudiantes en la EaD. Los primeros dejan de ser los protagonistas para convertirse en facilitadores del proceso educativo, cediéndole el paso a los segundos, quienes deben tener un compromiso firme con su propio proceso de formación. Además, la EaD ha ido abriéndose un espacio legítimo dentro de la educación mundial, desde capacitación laboral hasta posgrados universitarios figuran en la oferta académica de diversas instituciones educativas. Asimismo, con el avance de la informática y el acceso cada vez más masivo a redes de comunicación, la instrucción y capacitación a distancia es cada vez más eficaz y solicitada, siendo la Internet, la red computacional más grande del mundo, la herramienta tecnológica que contribuye eficaz y eficientemente en esta modalidad educativa.
En este orden de ideas, las organismos que más ofertan la EaD son los Institutos de Educación Superior, siendo el más antiguo la Universidad de Sudáfrica, la cual lleva ofreciendo este servicio desde 1946. En la Unión Europea, específicamente en España, esta modalidad está encomendada a la Universidad Nacional de Educación a Distancia. En América Latina, México fue el primer país en desarrollar programas abiertos para educación media superior. En 1972, la Universidad Autónoma de México fundó el sistema Universidad Abierta, una alternativa con un alto nivel académico, permite a los alumnos estudiar sin asistir a las aulas. En Venezuela, la Universidad Nacional Abierta (UNA), creada en 1977, constituye un sistema de educación.
Crear nuevos entornos pedagógicos, que van desde los servicios de educación a distancia hasta los establecimientos y sistemas "virtuales" de enseñanza superior, capaces de salvar las distancias y establecer sistemas de educación de alta calidad, favoreciendo así el progreso social y económico y la democratización así como otras prioridades sociales importantes; empero, han de asegurarse de que el funcionamiento de estos complejos educativos virtuales, creados a partir de redes regionales continentales o globales, tenga lugar en un contexto respetuoso de las identidades culturales y sociales.
Realmente es un tema clave el estudio del rol del docente ante las nuevas tecnologías. Además de utilizarlas como herramienta para hacer múltiples trabajos (buscar información, redactar apuntes...), además de asegurar a los estudiantes una alfabetización digital, conviene que las utilicen como potente instrumento didáctico para facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje, aplicando diversas metodologías en función de los recursos disponibles, de las características de los estudiantes, de los objetivos que se pretenden..." (Marqués Pere, 2002).

Brigitte Telisse